"Podría ocurrir que tomemos el desvío hacia un mundo mejor o que volvamos a la misma ruta y pisemos a fondo el acelerador"

La construcción del nuevo mundo que nos espera, nos hace reflexionar sobre la actualidad del planeta que nos rodea, nuestros comportamientos, actos y consecuencias. Sobre todo esto, hablamos con Julia Ruffini Psicóloga social, escritora, cocinera y activista vegana.

¿Sentís que está naciendo un Nuevo Mundo? ¿Pensaste que alguna vez esto podría ocurrir?

Las transformaciones sociales nunca cesan y de algún modo siempre está naciendo un nuevo mundo, a veces para bien y otras para mal.
De pronto las sociedades humanas avanzan decididamente hacia la solidaridad más amplia y de repente retroceden a las formas más individualistas y opresivas.
La igualdad en el derecho a la vida, a la libertad y a la integridad, para todas las razas y para todas las especies, va afianzándose hoy en día gracias a las redes sociales que funcionan como vías alternativas ante la hegemonía de los medios de comunicación.
Desde ahí, cada individuo puede proyectar sus cuestionamientos e ideas hacia el mundo sin depender de que los poderosos mediáticos le den un espacio o lo censuren. Esto ha propiciado avances importantes en la conciencia colectiva global.

Ejemplo de ello es el constante activismo por un consumo consciente y respetuoso de las demás vidas, del medio ambiente y de la salud, lo cual va ganando batallas culturales aunque dichas victorias no siempre se reflejen en las legislaciones oficiales.
Sin embargo, de un momento a otro los cambios más progresistas pueden desaparecer de un plumazo si los grupos de poder deciden manipular a las masas en el sentido contrario, tocando como siempre los miedos y los odios para inclinar a la opinión pública hacia el egoísmo, la violencia y la mezquindad de valores morales.
Actualmente estamos en un momento de grandes replanteos, donde las distintas causas -derechos humanos, ambientalismo, veganismo, libertad de género, antisexismo, etc- se tocan y cooperan entre sí al comprender su interseccionalidad, aquello que tienen en común, que es ni más ni menos que la lucha contra la OPRESIÓN.

Ante los inmensos beneficios de los diversos aislamientos sociales y preventivos ¿Pueden ser las bases de un nuevo ser humano cohabitante de una naturaleza nueva?

Al igual que la crisis climática, la actual pandemia nos ha descolocado a nivel mundial, nos ha obligado a pisar el freno y tirarnos un rato a la banquina. Esto siempre es bueno, pues da la posibilidad de que nuevos rumbos se abran ante nuestros ojos.Sin embargo no hay garantías de que la humanidad recapacite. Podría ocurrir que tomemos el desvío hacia un mundo mejor o, dada la tendencia humana a repetir los errores, que volvamos a la misma ruta y pisemos a fondo el acelerador. Para quienes estamos impulsando el respeto global por la vida, ésta es una oportunidad de llegar más hondo con el mensaje. Podría lograrse que los pueblos entiendan que su forma de consumir no sólo está causando la tortura y el genocidio de otras especies que sienten y desean vivir igual que nosotros, sino que esta forma de consumo también está destruyendo al planeta, incluyendo a nuestra propia especie.
Podría ser que se entienda que el consumo de animales está enfermando a la humanidad, no sólo al propagar virus como el COVID 19, la gripe aviar, la gripe porcina, etc,. sino también al ser fuente de enfermedades cardiovasculares, cáncer y bacterias letales como la escherichia coli, presente en los excrementos de los animales faenados, que contaminan tanto las carnes como las hortalizas cultivadas en las granjas de animales, produciendo el síndrome urémico hemolítico (SUH) que según la ANMAT asciende en Argentina a 500 casos al año y va en aumento, siendo la causa del 20% de los trasplantes renales en niños y adolescentes.(Fuente, documento de ANMAT: http://www.anmat.gov.ar/alimentos/ficha_enfermedades_alimentos_SUH.pdf)
Ojalá podamos tomar conciencia.

Siendo organizadora de eventos y reuniones ¿Cómo afectó la cuarentena tus actividades?

Como activistas y talleristas de cocina vegana en varias agrupaciones de nuestra ciudad, hemos tenido que suspender los talleres gratuitos que convocaban a numeroso público en salones como el de CreArte, ferias y otros eventos.
Pero el activismo continúa a través de las redes. Compartimos noticias, artículos, recetas y todo tipo de datos útiles para dejar de ser parte del uso y aniquilación de los animales no humanos.
También participamos de vivos generados online por agrupaciones veganas y ambientalistas aliadas. Recientemente hubo jornadas en Instagram en apoyo de estas causas, donde diversos artistas y profesionales dieron lo suyo en el marco de una agenda solidaria.


Jorge Alberto Álvarez Díaz Profesor Investigador en el Departamento de Atención a la Salud, plantea en una de las ediciones de la Revista Iberoamericana de Bioética 
“ El ejercicio es interesante para pensar si los seres humanos tienen derecho a hacer algo de tal envergadura (comer animales), si no pueden asegurar condiciones ecológicas que garanticen la vida de la especie animal a no consumirse.
Lo mismo, con matices, habría que pensarse de las plantas” 

¿Es ésta la gran trampa del ser humano?

La actitud ética radica en vivir haciendo el menor daño posible.
Si no pudiéramos elegir, no habría dilema moral. Pero la ética entra en juego cuando podemos elegir. Esto significa ser honestos y preguntarnos en cada una de nuestras acciones si estamos causando daño y si hay otras maneras de satisfacer nuestras necesidades que no violen la vida, la libertad o la integridad de otros seres.
La mayor parte de las veces la respuesta será sí. Sí a que estamos causando daño sin necesidad y sí a que hay otras alternativas. Por eso se trata de asumir que queremos cambiar y que estamos dispuestos a aprender.
Seguramente no podremos lograr una coherencia absoluta, pero sí aproximarnos a esa realidad que la conciencia nos señala como más justa y saludable para todos.
Es cierto que necesitamos tomar la vida de una planta para alimentarnos, pero al dejar de consumir animales estamos salvando a millones de árboles y otras especies vegetales que son arrasadas por la ganadería al destruir bosques y selvas, tanto para el pastoreo como para el cultivo del forraje destinado a los animales.
El trabajo por un mundo mejor parte de numerosos frentes que lejos de estar contrapuestos se complementan, uniéndose en la lucha por la justicia, contra la opresión y a favor de la vida y la libertad.
Los sectores reaccionarios querrán confrontarnos para que no avancemos, pero debemos aliarnos y reconocer nuestros puntos en común, aprendiendo unos de otros lo que nos falta. La difusión de una nueva ética se acompaña con herramientas para poner en práctica nuestro cambio de hábitos. En esto tod@s aprendemos de tod@s. Y nunca terminamos de aprender. Pero el alivio para el planeta y para la vida en su más amplia expresión llega de inmediato, apenas damos el primer paso en nuestra transformación. 

En las bases del nuevo mundo y un nuevo ser humano 

¿Sería un buen momento para volver a pensar cual es nuestra interacción con el planeta que habitamos?

Las crisis actuales vienen de la mano de nuevos referentes que nos dan mejores respuestas.
La joven sueca Greta Thunberg es un ejemplo de ello. Vegana y ambientalista, encarna en sí misma conductas que unifican las grandes causas de la humanidad.
Ese es el rumbo en el que creo y por el cual transito.
Los sectores reaccionarios querrán ensuciar su nombre y manchar todas las causas nobles por las que históricamente hemos luchado.
Seamos fieles a nuestros ideales y no podrán confundirnos.

Citando las palabras de la propia Greta Thunberg:

"Mucha gente dice que Suecia es solo un país pequeño, y no importa lo que hagamos. Pero he aprendido que nunca eres demasiado pequeño para marcar la diferencia"