"Tengo la esperanza de que el humano se vuelva mas amoroso consigo mismo pero también con sus pares y el hermoso planeta que nos cobija, creo que esa sería la evolución que sueño"



Pepa Diaz, una artista que combina letras que reflejan lo que ve. De todo lo que observa y siente, nos habla desde la música, las letras y una memoria con lugares a recorrer y paisajes recorridos. 


¿Cómo te encontró la música? ¿Desarrollas otras actividades artísticas?

Siento que siempre estuvo presente en mi vida, primero como oyente en los ensayos de coro donde iba mi mamá, a mis 5 años. Tengo el recuerdo de caber en el espacio debajo de las sillas y esconderme ahí a escuchar las obras que hacían. Las armonías vocales que me parecían alucinantes y de las que aún tengo algunos recuerdos de sus letras y melodías. También, estando en salita de 5, kínder decimos en Chile, me acuerdo de esconderme debajo de la cama a escuchar en el walkman de mi hermana, el disco Grandes Éxitos de Queen una y otra vez, y otro de una banda chilena que se llama Sexual Democracia, que también me sé de memoria. Entremedio de todo eso, con mi hermano más grande jugábamos a la música, con ollas y cajas para la batería y escobas que eran las guitarras, algo raro porque ninguno de nuestros padres o abuelos tocaban instrumentos, entonces no sé a quién buscábamos imitar en esos juegos. Hasta que una navidad, como a los 8 años, me regalaron un tecladito y la banda evolucionó. Ahí ya empezamos a hacer conciertos para la familia con mi hermano, la batería de cajas aún la teníamos, pero ahora podíamos tocar algunas melodías así que empezamos a cobrar entradas a los familiares para vernos tocar. Pero no fue hasta los 12 años que en casa quedó una guitarra que era de mi hermana mayor, que también tocaba algo en ese tiempo, y que me agarré para mi y no solté mas. Ese romance fue el inicio de un camino de ida, de tomarse cada vez mas en serio esto que empezó como un juego.
Sobre otras actividades artísticas en ese entonces, mas de adolescente me dio por escribir. Me gustaba mucho Gustavo Adolfo Becquer y Pablo Neruda, por lo que mis primeros escritos tenían un carácter mas bien de amor romántico, los que bastante vergonzosos me parecen ahora. Publiqué algunos poemas en una revista autogestiva que aún tengo guardada allá en Chile. Supongo que me sirvió de entrenamiento para escribir canciones, aunque eso vendría mucho tiempo después.

Sabemos que te desempeñas en otros instrumentos ¿Cuál es tu favorito y por qué?

Me gustan mucho todos los instrumentos, he intentado tocar un poco de saxo, un poco de trompeta, un poco de violín, tengo un charango que también toco. En la universidad estudié piano por 3 años, y si bien trato de tocar y sacar alguna melodía o ritmo a cada instrumento nuevo que me llega, por lejos el instrumento que mas amo después de la guitarra es la batería. En el colegio, aprendí a abrir la sala de música con una regla y entraba a tocar la batería hasta que venía alguno de los profes a sacarme. Ya después ni me retaban, porque sabían que era yo, que cuidaba el instrumento y que lo hacía como travesura, pero porque realmente me gustaba mucho tocar y no tenía una en casa. En la universidad estudié unos meses con un profesor, que mejoró mi técnica y me mostró la musicalidad enorme que tiene ese instrumento alucinante. Hoy no tengo una batería por una cosa de espacio - y concentración- pero quienes me conocen, saben que donde veo una batería, me siento e intento tocar algo, lo que sea, hasta que me vengan a sacar como en el colegio. También, estando acá en Bariloche conocí el candombe que me acercó a esos tambores y que toco cada vez que puedo.

En el texto que acompaña “Ciclo de Agua” hablas sobre cómo nos relacionamos con el interior y lo que todo eso nos produce “mudando de tanto en tanto la piel para mirar las experiencias vividas con nuevos ojos” ¿Cuál es tu mirada de todo lo que vivimos en estos meses?

En lo personal, creo que en nuestro presente estamos muy desconectadxs de esa comunicación interna que es conocerse a si mismo, con todo lo que eso conlleva, saber que somos fuertes y débiles a la vez, saber que somos evolucionados y a la vez animales, mirando nuestros miedos y nuestros apegos, nuestras carencias y traumas, para abrazarlos con cariño y aceptación y para ir por ese camino que es la evolución personal. Esto no es bueno ni malo, simplemente no tenemos las herramientas porque en nuestra educación no nos enseñan a desarrollar ese auto conocimiento. Sin ser una conocedora, e insistiendo que esta es mi humilde mirada sobre las cosas, siento que las personas buscamos mucho afuera y nos concentramos de mas en el exterior, sin tener los momentos para convivir con una misma y saberse, entender el porqué de nuestras reacciones y decisiones. En lo personal, estos meses sirvieron para observarme distinto, sin distracciones, y tener un dialogo interno sobre cuáles son las motivaciones y los temas que me parecen realmente importantes de cultivar en mi vida, y con esto no digo que todo el tiempo pueda estar en función de estas cosas importantes, pero al menos pude trazar una especie de camino, para ir quitando las cosas que no me parecen que merezcan tanta atención, y enfocarme en las que si creo que son valiosas para mí. Curiosamente, y a pesar de lo difícil que fue aislarse, en términos emocionales e incluso económicos, creo que a mucha gente con la cual he compartido le pasó algo bastante parecido.

Luego de todo lo que ha sucedido en los planos sociales y políticos ¿Sentís ganas de involucrarte desde las letras y la música con cuestiones de impacto social?

Creo que inevitablemente, cuando empecé a notar con una madurez distinta el mundo en que vivimos y como está de jodido todo, mis letras empezaron a denunciar este tipo de vivencias. Sin darme cuenta casi, empecé a escribir sobre temas de ambiente, sobre el cuidado a la infancia, sobre feminismo, y es que finalmente las vivencias personales son un espacio muy acotado del cual hablar. Si bien siempre es lo que yo pienso o siento acerca del mundo que me rodea, es desde una mirada crítica de lo que debería ser, lo que creo que está bien y eso es un pensamiento más compartido. No estoy sola cuando pienso que los ríos no se deben contaminar, ni estoy sola cuando expreso mi tristeza por algún nuevo femicidio, entre otros tantos temas importantes de los cuales siento generar conciencia o al menos, dejar una inquietud para quien escucha mis canciones.

¿Cómo te llevas con la tecnología? ¿Estamos más conectados, más desconectados o nos conectamos con lo que queremos?

Confieso que me cuesta la tecnología. Recuerdo muy claro en mi adolescencia, el haberme decidido por la guitarra acústica porque “no necesita electricidad para que suene”. Decía que si se cortaba la luz, yo podría seguir tocando hasta que la vela se apague. Hoy en día, y con esta necesidad que tenemos lxs artistas de promover nuestro arte, me he tenido que amistar con las computadoras y los softwares para grabar música o editar videos. También con las redes sociales, las que tampoco usaba mucho hasta que pasó el estallido social en Chile, y que me permitieron estar atenta a todas las noticias y eventos que estaban pasando en mi país.
Sobre la hiper conexión, creo que hay que estar atentas a que no nos absorba, ya que son muy tentadoras y pueden quitarnos bastante tiempo valioso, sin embargo no puedo desconocer que gracias a las redes, puedo mantener contacto con mi familia en Chile, mi hermana en Alemania, y variedad de amigas y amigos en otros países. En lo personal, confieso que me puse bastante “adicta” a saber lo que pasaba en Chile, pero me terminó haciendo mal, me sentí muy deprimida y tomé la decisión de tomar cierta distancia. A veces también, entro a mirar memes y boludeces graciosas y sin darme cuenta, me pasé dos horas mirando videítos de música. Supongo que eso tampoco es negativo, aprendo y veo de músicas que no podría conocer de otra forma, pero no está bueno que me quiten tiempo de mi presente, así que trato de no enviciarme.

¿Qué sensaciones recibís de cada lugar al que compartís tu música? ¿Sentís muchas diferencias?

Siempre he tenido muy buena recepción con mis canciones. Creo que la gente percibe que soy lo mas sincera que puedo y eso se agradece, tanto como agradezco el cariño que siempre me han dado cuando voy a cantar a otros espacios. Se ve que tenemos problemas y sentires similares en todos los lugares, porque las personas se sienten identificadas con las letras y muchas se me han acercado a contarme sus experiencias con respecto a algún tema que les planteo. En mis conciertos siempre trato de contar las historias que me llevan a escribir cada canción, sobre todo aquellas que como te decía antes, son denuncias de cosas que están mal. Hablo del político corrupto, de los ricos que obtuvieron de manera fraudulenta sus riquezas, del abuso policial, del poco cuidado que tenemos con nuestra naturaleza, y eso lamentablemente, nos pasa a todxs en todos los países del mundo.

¿Cómo imaginas el mundo luego del coronavirus?

Quiero pensar que después de todo este encierro, las personas van a cultivar con mas fuerza su auto conocimiento, y que vamos a empezar a defender y no tranzar por nada las cosas que son importantes para preservar una vida de calidad en la tierra: el amor y respeto al prójimo, la empatía, el cuidado a la naturaleza y los seres vivos, el que no existan mas injusticias sociales…es un mundo medio utópico, pero tampoco nos imaginábamos el planeta entero detenido hace un tiempo atrás y ocurrió, así que soñar en grande ya no me es tan lejano. Tengo la esperanza de que el humano se vuelva mas amoroso consigo mismo pero también con sus pares y el hermoso planeta que nos cobija, creo que esa sería la evolución que sueño.

¿Realizas diversas actividades artísticas fuera de la música?

Siempre trato de escribir, sean cuentos, sensaciones, algo mas parecido a poemas, trato de no perder esa práctica aunque no siempre tengo el tiempo que quisiera. En la cuarentena me propuse aprender a dibujar, hice algunos cursos online y practiqué lo mas que pude, me parece una disciplina muy bella, que tiene mucho de observar que es algo que siempre me ha costado, entonces la veo como un desafío. No soy muy buena, por ahora solo copio lo que voy observando, no he llegado a hacer dibujo con una finalidad artística que me guste, pero no me rindo.

¿De qué manera te afecto el aislamiento preventivo y obligatorio?

Lo primero fue una negación total, entré en cierto pánico mezclado con angustia y ansiedad. Me tuve que poner firme conmigo misma para no decaer, y me inventé una rutina diaria de actividades para no volverme loca. También pasé por una etapa negacionista, en la que no podía creer que fuera cierto lo que estaba pasando, parecía un capítulo de Black Mirror o cualquier película apocalíptica. Pero después me di cuenta que venía de un período de mucha actividad musical y de trabajo, y empecé a tomarle el gustito a la distancia, al freno y la soledad. Siempre he sido una persona muy sociable y de pronto estaba sola conmigo misma, algo que no recuerdo haber vivido en otra época de mi vida, así que empecé a hacer cosas que no habría hecho sin cuarentena. Me dispuse a aprender a dibujar, volví a escribir, volví a leer (lo tenía muy postergado), tomé clases de improvisación de textos con una amiga, hice unas clases de free style con otro amigo, me animé a improvisar rap!, jamás me hubiera imaginado hacer algo así antes de la cuarentena. Así que cuando pasó el período de acostumbrarme, terminé aprovechando al máximo ese tiempo, hice canciones nuevas y organicé mis futuros planes, para cuando se termine este aislamiento y se pueda volver a salir.

¿Con quién te gustaría hacer música?

Esta pregunta la responderé de lo micro a lo macro.
En la actualidad, viviendo en Bariloche confieso haber podido compartir escenario con gente que admiro desde que les vi tocar, primero con mis amigas de Panela pero también con otrxs reconocidxs musicxs de un gran nivel y que fue un honor para mí cruzarme en sus caminos. Hoy en día estoy compartiendo con algunxs de los y las musicas que mas admiro de nuestra ciudad, que son mis amigues de GolpeTierra, la banda de música afroperuana de la cual participo, y que me parecen todxs muy geniales!, de esa gente que uno ve tocar y piensa “uh que grosxs, me gustaría tocar con ellxs alguna vez”. Después, con la cantidad de estilos que me gustan, es difícil escoger, pero puedo decir que me gusta mucho los rockeros clásicos argentinos, tipo Fito o Aznar, pero también me voló la peluca una banda que llama Nafta, que es medio funk y que encantada haría un coro o lo que inviten. Después y sin dejar de soñar, me encantaría tocar con Jorge Drexler o ser guitarrista de Mon Laferte, o tocar aunque sea el triángulo para Jacob Collier, o aunque no se parezca en nada a mi estilo, adoro King Crimson, también tocaría aunque sea el huevito…podría mencionar muchos mas pero mas que soñar prefiero agradecer lo que tengo y aprovechar la gente que admiro y que está cerca para compartir.








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